Coach. Doc Rivers está en su primera temporada como entrenador de los Clippers de Los Angeles.
A lo largo de sus últimos dos partidos, Los Angeles Clippers han mostrado claras mejoras en dos de sus falencias más importantes.
La defensa perimetral, particularmente más allá de la línea de tres puntos, y la productividad de la banca han atentado en más de una oportunidad contra los intereses de los angelinos.
Sin embargo, y aun teniendo en cuenta la calidad y estilo de los rivales enfrentados, los resultados han sido más que positivos.
Contra los Chicago Bulls y los New York Knicks, los angelinos permitieron solamente siete triples en 22 intentos (31.8 por ciento).
Esta fue un área que mencionó Doc Rivers al principio de temporada como una debilidad, y de a poco los Clippers la han ido corrigiendo.
Tras 16 encuentros, los angelinos se encuentran novenos en cuanto al porcentaje de tres puntos de sus rivales, quienes les disparan 35 por ciento. Los Portland Trail Blazers lideran dicha categoría con 31 por ciento.
“Está mejorando”, dijo Rivers. “No podíamos reforzarla hasta que tuviéramos las rotaciones correctas y la defensa en el lado débil. Ahora los muchachos están en el lugar correcto y podemos recuperarnos y salir a marcar. Antes estábamos en el lugar incorrecto y así no hay forma de recuperarnos hasta el arco”.
Los Clippers fueron capaces de molestar a unos Knicks que, durante la temporada pasada, tuvieron el cuarto mejor porcentaje de triples en la NBA.
“Tuvimos una buena labor cerrando y marcando, sobre todo cuando los rivales están abiertos”, dijo Chris Paul. “No nos quedamos parados, los corrimos y eso es bueno porque el año pasado éramos horribles en la defensa de triples y estamos tratando de mejorarlo esta temporada”. Los angelinos además ya no habitan el sótano de la Liga en cuanto a eficiencia defensiva, y aunque su posición actual no es para celebrar, se encuentran número 22 con 103.3 puntos permitidos por cada 100 posesiones.
“Esas noches cuando no puedes anotar de la manera que estás acostumbrado hay que depender de la defensa”, dijo Rivers. “Ellos tuvieron tres canastas en los últimos seis o siete minutos y eso es increíble”.
Quizás la mayor clave de este resurgimiento es la performance de la banca.
El miércoles, los cinco suplentes que vieron cancha tuvieron un +/- de dobles dígitos. El mejor ejemplo fue Antawn Jamison, ya que los Clippers superaron a los neoyorquinos por 22 puntos en sus 16 minutos en cancha.
“La segunda unidad fue clave”, dijo Paul. “Nos mantuvieron con vida, sobre todo en la primera mitad”.
Rivers se deshizo en elogios hacia el quinteto formado el miércoles por Darren Collison, Ryan Hollins, Jamison, Reggie Bullock y Jamal Crawford.
“Fueron increíbles”, resaltó. “Nuestra banca ganó el partido. Los titulares tuvieron una rara mala primera mitad y la banca entró y nos dio una ventaja de 11 puntos. Es bueno saber que en una de esas noches la banca puede entrar y levantarlos. Eso nos hace ganar partidos”.
La mejoría se notó además en el último cuarto, cuando CP3 no pudo ser de la partida por una lesión en el tendón de la corva de su pierna derecha.
Collison tomó las riendas y los Clippers finiquitaron el trámite ganando el periodo por 19-12.
“Obviamente no me iba a quejar”, dijo sobre la ausencia de Paul. “Entré e hice lo que tenía que hacer. Espero que él esté bien”.
Rivers halagó a sus dirigidos por la compostura mostrada sobre el periodo final, pero dijo que no les pidió nada diferente.
“Es algo que no menciono, nunca hablo de un jugador lesionado”, contó. “Los jugadores son lo suficientemente inteligentes. Estamos preparados y sabíamos que si Collison se llenaba de faltas íbamos a jugar con Crawford de armador y con J.J. [Redick] de escolta”.
Así fue que entre Collison y Crawford se hicieron cargo de la ofensiva, con el segundo anotando ocho de sus 13 puntos en dicho periodo.
“Es bueno tenerlo y más al ritmo de juego que había”, dijo Rivers. “Era un ritmo de caracol y queríamos usar el reloj. Jamal es perfecto para esas situaciones porque puede anotar en cualquier situación”.